domingo, 9 de junio de 2013

El Hilo Rojo del Destino (Leyenda Japonesa)...運命の赤い糸


 Los japoneses tienen la creencia de que las personas predestinadas a conocerse se encuentran unidas por un hilo rojo atado al dedo meñique. Es invisible y permanece atado a estas dos personas destinadas a encontrarse, independientemente del momento de sus vidas en el que las personas vayan a conocerse, a pesar y sin importar el tiempo, el lugar, las circunstancias…. Muchas veces este hilo es tan largo que nunca podemos encontrar a la persona atada al otro extremo, en otros casos el hilo está roto y nunca nos lleva a ningún sitio; el hilo se podrá enredar y liar, se podrá tensar y estirar, pero nunca se podrá romper.





Esta leyenda surge cuando se descubre que la arteria lunar conecta el corazón con el dedo meñique. Al estar unidos por esa arteria se comenzó a decir que los hilos rojos del destino unían los meñiques con los corazones; es decir, simbolizaban el interés compartido y la unión de los sentimientos. Esta misma leyenda tiene su origen el china con una soja, y se dice que el abuelo de la luna ata los pies de los bebes por muy lejos que estén uno de otro, para que conforme vayan creciendo el destino los una.


Se creé que esta leyenda podría ser la causa por la que durante el periodo Edo era común la costumbre de amputarse el dedo meñique como símbolo de lealtad, cortando su dedo meñique se cortaba cualquier vínculo personal que el destino tuviera preparado para el individuo en cuestión, excepto el vínculo que el vasallo estableciera en ese momento con su señor.


Pero quizás la leyenda más conocida es esta:


“Hace mucho tiempo, el emperador de un rico y próspero país murió y dejó un nuevo heredero para gobernar. El muchacho era joven y solía actuar con impetuosidad.
Un día se enteró de que en su reino vivía una mujer que era capaz de ver el Akai Ito de las personas y la mandó presentarse ante él.
Cuando la bruja llegó ante el emperador éste le ordenó que encontrara el otro extremo del hilo rojo que unía su dedo meñique y lo condujera ante su futura esposa. La mujer accedió y comenzó a seguir el largo hilo del destino del emperador.
Tras un largo recorrer por el país llegó hasta un mercado; al final del hilo había una pobre campesina con un bebé en brazos.
Llevó al joven emperador hasta la mujer y le ordenó a esta que se pusiera en pie diciéndole: Aquí es donde  termina tu Akai Ito.
Al emperador no le agradó la respuesta y se enfureció tomando las palabras de la anciana como una burla hacia su persona. Entonces empujó con fuerza a la campesina haciéndola caer al suelo. El bebé comenzó a llorar debido a la herida que la caída le había provocado en la frente.
El emperador mandó entonces que ejecutaran a la bruja para aplacar su ira y decidió regresar a su castillo para olvidar el desagradable incidente.
Años después, la situación del país comenzó a requerir que el emperador tomara una esposa; su corte le recomendó que desposara a la joven hija del más poderoso general de su ejército para dar estabilidad al reino. El gobernante accedió gustoso pues la muchacha en cuestión tenía fama de ser muy bella.
Al fin llegó el día de la boda y el esperado momento de conocer a la novia. Cuando ella se presentó ante el emperador éste quedó ensimismado por su belleza; y entonces se percató de algo que ensombrecía ligeramente la perfección de sus rasgos: la joven tenía una gran cicatriz en su frente de marfil.”


Cuando los japoneses realizan una promesa, unen sus meñiques, porque una promesa es algo que no se debe romper.





♪...指切りげんまん、嘘ついたら、針千本飲ます...
♪...Yubikiri genman, uso tsuitara hari senbon nomasu...
♪...Promesa de meñique, si miento me tragaré mil agujas...

Es una historia muy bonita, aunque en occidente la historia la giramos en torno a Cupido, del cual otro día contaremos su historia ;)



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